LUCÍA EN LA NOCHE

Lucía en la noche

Juan Manuel de Prada

Título: Lucía en la noche

Autor/a: Juan Manuel de Prada

Páginas: 416 páginas. 

Precio: 19.90 euros. 

Juan Manuel de Prada es uno de los autores más recomendados en mi carrera (estudio Filología Hispánica en la Universidad de Alicante). Todas sus obras han recibido buenas críticas por parte de profesores y compañeros. Pero yo, nunca me animé. Su primera obra, Coños (1995), ha sido tan alabada que abruma. Sin embargo, decidí empezar con Lucía en la noche, su última obra publicada con la editorial Espasa en el año 2018. 

Antes de empezar con la propia reseña, sería conveniente saber qué han dicho los periódicos y otros compañeros críticos de la obra:

• Lucía en la noche es una novela de corte tradicional en la que no se ha renunciado a la mezcla de tiempos narrativos, convenientemente marcada tanto en la numeración de los capítulos como en una leve diferencia en el tamaño de la letra. […]. El lenguaje, finalmente, resulta exquisito, aunque en ocasiones aparece entreverado de términos y expresiones soeces que desentonan. Y es preciso aludir, igualmente, a ciertas situaciones inverosímiles (también diálogos), creadas ad hoc para tratar de ajustar una historia muy compleja (El Cultural).

• El tratamiento que el autor hace, a través del protagonista, de las mujeres y de la vida en general, donde parece que por donde pisa es suyo y que cada mujer con la que se cruza quiere acostarse con él, porque él es un macho alfa, me ha agotado, dado asco y enfadado a partes iguales (El Libro en el Bolsillo).

• Lucía en la noche cautiva desde la primera página. Una novela de misterio en la que el tercer protagonista es el miedo. Una historia en la que cada pieza y elemento encaja perfectamente para hacer funcionar un complejo mecanismo (Culturamas).

Con una simple hojeada, encontramos reseñas para todos los gustos. Desde las que te dicen que la obra es maravillosa, hasta las que dicen que el tratamiento de los personajes femeninos les da asco. ¿Qué es verdad y qué es mentira? Seguramente esta respuesta no sea tan fácil de responder, pues todos tenemos un gusto diferente. 

Lucía en la noche nos cuenta la historia de Lucía, una chica muy singular. Se conocen una noche de borrachera y ambos se encantan. Sin embargo, esta relación se trunca cuando un terrible accidente termina con la vida de ella. Nuestro protagonista, Alejandro, se verá inmerso en un lucha entre pasado y presente, entre verdad y mentira y, sobre todo, en las incertidumbres del pasado de Lucía. 

La premisa es muy interesante, pero no se aleja del esquema argumental de cualquier thriller: chico (podría ser cualquier detective) investiga el pasado de chica (una asesinada, por ejemplo). No obstante, el uso de esta fórmula asegura un público, es decir, el habitual de este género. No se sale de la norma, no se sale de lo estrictamente necesario. No se arriesga. 

Prada marca la diferencia en otro aspecto: en su estilo. Es delicioso, delicado, dulce y, en muchos momentos, áspero. El autor es un maestro de la narración, de eso no hay ninguna duda. Si recomiendo su lectura es por este punto. Sin embargo, entiendo que a muchas personas puede cansar, ya que el autor se recrea en algunas emociones o sentimientos de manera excesiva. Usa tecnicismos que enturbian la experiencia de lectura, pero en mi caso no me ha molestado. Sé que es un punto que considerar y por eso creo necesario mencionarlo.

Los personajes también me han gustado muchísimo. Siento que son diferentes, muy bien construidos. Él es un escritor que ha perdido la inspiración (¿tendrá algo que ver con el autor?) y que gracias a ella, él retoma su oficio. Aunque estoy seguro de que el personaje que más os impactará será el de ella, ya que es divertido, inteligente y con un sarcasmo muy voraz. Siento que ella es lo más importante de la novela.  

Para concluir, me gustaría decir que esta novela ha usado un recurso literario que yo detesto. El personaje de Lucía escribe en un libro una serie de números telefónicos que Alejandro va llamando para descubrir qué esconde ella. Sin embargo, estas llamadas se hacen pausadamente, sin prisa alguna. Se va reuniendo con esas personas, las interroga, sin presión ninguna. ¿Quién, tras haber muerto su pareja, se pone a llamar tranquilamente? ¿Quién mantendría la calma en una situación así? No tiene sentido. No es verosímil y menos cuando es una novela de este género. 

Finalmente, esta es una obra que sí que recomiendo, aunque la estructura argumental y los recursos retóricos me chirríen. A pesar de esto, la he disfrutado y he pasado unas cuantas horas entretenido.